Mi trabajo nace desde un lugar incómodo. Es el que habito desde que tengo recuerdo. Me encuentro en el delgado límite entre lo que muestro, y lo que ni siquiera recurriendo al lenguaje, me es posible nombrar.
Situada aquí, en este espacio cuya distancia con lo poético no puedo medir, una palabra o una imagen se impone. Me asalta y se instala en el pensamiento. No la cuestiono. Acepto que es el inicio y que debajo duerme encriptado el sentido. Sé que no sé. Sólo queda esperar.
Mis proyectos son de largo aliento… un transitar lento que involucra la interacción con algo que está afuera. En el devenir entre los objetos y su pregunta, construyo imágenes. Me interesa pensar y hacer con otros.
Trabajo con una continuidad de ideas. La memoria familiar, signada por persecuciones y migraciones forzadas, es el eje que me atraviesa.
Siento el territorio como algo móvil, siempre inestable. Siempre en riesgo.
Encontrar un lugar. Una demarcación para percibir mi propio cuerpo. El vacío que imprime el silencio. Entender la complejidad en la formación de la identidad, junto a la investigación de la violencia en el devenir de los proceso sociales, son los aspectos que trazan el recorrido de mi obra
Centrada en la gráfica, tránsito por la fotografía, el video, la poesía visual y los libros de artista.
Yo no sé.
Yo veo.
Al final.
Sólo al final.
Deviene.
En piedra.
En objeto.
Palabra.
Ícono.
Al final.
Soy yo siendo lo que no sé.
Haciéndolo obra.